"He venido para que tengan vida... en
abundancia" Juan 10:10
Los psicólogos hablan
de lo que hoy quizá sea el mayor problema de salud mental, el cual está
aumentando a gran velocidad. Lo llaman el "síndrome del declive".
Cuando lo tienes, funcionas normalmente, pero has perdido la esperanza y el
propósito. Este síndrome no es una enfermedad mental en sí, sino la ausencia de
vitalidad espiritual, mental y emocional. En las antiguas listas de pecados
capitales se llamaba acedia, que significa "hastío o incapacidad para
disfrutar de la vida". Por eso Jesús miró a la multitud y vio matrimonios
desechos, trabajos sin porvenir y falta de vida interior y dijo: "He
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan
10:10).
Ezequiel vio en una visión un valle lleno de huesos muertos.
Era la acedia en su máxima expresión. Dios le preguntó: "¿Podrán
revivir estos huesos?". Y él contestó: "Señor...Tú lo sabes"
(Ezequiel 37:3 CST). Dios sí lo sabía, e hizo que revivieran. Y también puede
hacer que tú revivas y no declines. El Talmud dice que cada hoja de hierba
tiene un ángel al lado que le susurra: 'Crece, crece'. Pablo afirmó que en
Cristo el conjunto de los redimidos "crece y se fortalece por el
amor" (Efesios 4:16 PDT). Pero no es sólo para tu beneficio. Dios quiere
que florezcas para que animes a la gente, para que se planten jardines, se
componga música, los enfermos reciban ayuda y las empresas prosperen de manera
diferente a como lo hacen. Así que parémonos y brindemos por la persona que
Dios planeó, creó y quiso que fuera.
BOB
Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")