“La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará.
Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confiésense unos a otros
sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo
es poderosa y eficaz.” Santiago 5:15-16
Muchas veces podría
suceder que la causa de la oración sin contestar yazga en algo que esté
relacionado con el pecado. ¿No crees tú que las oraciones sin contestar sean a
menudo el escarmiento del Padre por nuestras ofensas? El Salvador, en ese
capítulo maravilloso donde expresa su amor por nosotros, dice: «Si obedecen mis
mandamientos, permanecerán en mi amor» (Juan 15:10) y luego señala, como un
favor especial, si un hombre permanece en su amor y guarda sus mandamientos «lo
que quieran pedir se les concederá». Entonces,
a mí me parece razonable que si yo no hago la voluntad de Dios, Dios se negará
a hacer lo que yo quiero: que si él me pide una cierta responsabilidad y yo
me niego a cumplirla, cuando yo le pida cierto privilegio o favor, no es
descortés, sino al contrario, muy sabio y cortés que él diga: «No, hijo mío, si
no escuchas a mi tierna orden, es cortés que yo niegue tu deseo hasta que te
arrepientas y obedezcas». Podría ser también aflicción temporal, pero
probablemente esta es una de las formas principales en las que el Maestro
inflige los azotes a sus hijos. Ellos son negligentes con sus mandamientos y él
dice: «Entonces te demorarás un poco. Todavía no te voy a conceder lo que
buscas, sino cuando vengas con una mejor actitud y seas más escrupuloso y
blando para cumplir mis mandamientos, entonces tus deseos serán satisfechos».
(A través de la Biblia
en un año: Levítico 5-8)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)