“¡Estamos condenados a morir! Le dijo a su esposa. ¡Hemos
visto a Dios! Pero su esposa respondió: Si el Señor hubiera querido matarnos,
no nos habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de cereales de nuestras
manos; tampoco nos había mostrado todas esas cosas ni anunciado todo
esto.” Jueces13:22-23
Manoa se había casado
con una esposa excelente. Ella era la mejor de los dos en cuanto al juicio
razonable. Por naturaleza ella era el vaso más frágil pero era la creyente más
fuerte y probablemente es por eso que a ella le enviaran el ángel porque a los
ángeles les agrada más hablar con aquellos que tienen fe y si ellos pueden
escoger su compañía, y la esposa tiene más fe que el esposo, ellos visitarán
más pronto a la esposa que a su esposo, porque
a ellos les encanta llevar los mensajes de Dios a aquellos que los recibirán
con confianza. Evidentemente ella estaba llena de fe, así que cuando su
esposo dijo tembloroso: «De seguro moriremos», ella no creyó en una inferencia
tan desconfiada. Lo que es más, aunque se dice que las mujeres no pueden razonar,
no obstante, he aquí una mujer cuyos argumentos eran lógicos y abrumadores. Es
cierto que las percepciones de las mujeres por lo general son mucho más claras
que los razonamientos de los hombres: ellas ven la verdad de una vez mientras
que nosotros andamos buscando nuestros anteojos. Por lo general sus instintos
son tan seguros como nuestros razonamientos y, por tanto, cuando tienen además
una mente clara y lógica, son las consejeras más sabias.
(A través de la Biblia
en un año: Levítico 1-4)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)