"¿Qué tienes en tu casa?" (2 Reyes 4:2 NTV)
Cuando oras,
Dios te puede responder de dos maneras:
1) Puede usar a alguien que conozcas. ¿A quién
conoces? ¿Quién sabe lo que tú no sabes? Jesús dijo: "Dad y se os dará;
medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo"
(Lucas 6:38). Fíjate en "se os dará". Cuando Dios te bendice, muchas
veces lo hace por medio de la gente. Entonces, ¿a quién deberías escuchar y con
quién deberías relacionarte? "El que anda entre sabios será sabio"
(Proverbios 13:20). Fíjate en la palabra "anda". La sabiduría viene
cuando avanzas y no cuando te duermes en los laureles. Tienes que estar
dispuesto a aprender, a discernir, a relacionarte y a interesarte.
2) Puede usar algo que tengas. En 2 de Reyes
4 aparece una mujer en apuros. Su marido, un hombre de Dios, había muerto y a
ella se le acumulan las facturas. Los acreedores se llevan a sus hijos para
trabajar en pago de la deuda. Cuando recurre al profeta Eliseo por ayuda, él le
pregunta: "¿Qué tienes en tu casa?", a lo que ella responde:
"Sólo un frasco de aceite de oliva". Él le dijo: "Que te presten
todas las jarras vacías que puedan... Vierte en las jarras el aceite... que
tienes... Vende el aceite de oliva y paga tus deudas... [vivid] de lo que
sobre". (2 Reyes 4:3-7 NTV). ¡Con Dios siempre tienes suficiente para
crear lo que necesitas! Él puede "lograr mucho más de lo que pudiéramos
pedir o incluso imaginar mediante Su gran poder, que actúa en nosotros"
(Efesios 3:20). ¿Dónde está el poder? ¡Dentro de ti! Tus recursos están en el
talento que te ha dado, en tus relaciones personales y en tu conexión con Dios.
Así pues, la palabra para ti hoy es: ¿Qué tienes?
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")