"El que quiera hacerse grande entre vosotros,
deberá ser vuestro servidor" (Marcos 10:43 CST)
Dos preguntas
más que deberías hacerte constantemente:
1) ¿Estoy dispuesto a servir a otros? ¿Dices que
quieres ser líder? ¿Por qué? Hasta que no respondas a la pregunta con los
motivos adecuados, Dios no te dará el puesto. A veces sólo lo queremos para
controlar; otras, no estamos dispuestos a pagar el precio del éxito y
únicamente queremos las ventajas que conlleva, como un despacho, un buen
sueldo, un título reconocido y la admiración de los demás. Jesús dijo: "El
que quiera hacerse grande entre vosotros deberá ser vuestro servidor"
(Marcos 10:43 CST). El liderazgo te pone en una posición donde es fácil
ocuparse de las propias necesidades primero antes de ayudar a los demás.
Siempre existe esa tentación, y siempre está mal. Debes preocuparte sinceramente
por la gente y ayudarles a desarrollar su potencial. Cuando lo hagas, estarás
honrando a Dios y Él te honrará a ti.
2) ¿Estoy haciendo aquello para lo que fui llamado?
"Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado"
(Romanos 12:6 CST). Samuel Johnson dijo: "Muchos hombres malgastan parte
de su vida tratando de exhibir virtudes que no poseen... de ganar un aplauso
que no pueden mantener". Si tienes en mente una idea de las virtudes que
debe tener alguien con talento y tú careces de ellas, te costará reconocer tus
capacidades. Henry Ford destacó: "Preguntarse por quién debería ser el
jefe es como preguntar quién debería ser el tenor del cuarteto. Está claro, ¡el
hombre que cante como tenor!" Para tener éxito en la vida, debes saber para
qué cosas te dio talento Dios.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")