"...vio las evidencias de la gracia de Dios"
(Hechos 11:23 NVI)
Donde hay
gracia, hay crecimiento; y donde hay crecimiento, se nota claramente. La
iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a la iglesia de Antioquía y
"cuando... vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró"
(Hechos 11:23 NVI). Como creyentes, deberíamos crecer "en la gracia y en
el conocimiento de nuestro Señor y Salvador" (2 Pedro 3:18 NVI). ¡Y
debería haber evidencias de ello! Cuando aceptas a Cristo, Él te
"[capacita] en todo lo bueno para hacer Su voluntad" (Hebreos 13:21
NVI) y te conviertes en una "nueva criatura... las cosas viejas pasaron;
todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). La gracia te hace más afectuoso y compasivo y menos censurador y
criticón. Te lleva a no hablar a la ligera y a considerar el punto de vista
del otro. Eres menos dado a reaccionar enfadándote cuando las cosas no salen
como quieres, y más propenso a anteponer los intereses de los demás a los tuyos
(1 Corintios 10:24).
Jon Walker
escribe: "Cuando te conviertes a Jesús, cambia el papel que juegas. Tu
tarea ya no es buscar tu propio interés, sino representar Sus intereses. Eres
la cara de Jesús que se presenta ante los demás en Su Nombre... en
hospitales... en entierros... en bodas... en la cafetería con un amigo...
Trabajas para Él y cuanto más sirvas a los demás en amor, más los llevarás a Cristo".
Pablo escribió: "Aunque no soy esclavo de nadie, me he hecho esclavo de
todos, a fin de ganar para Cristo el mayor número posible de personas" (1
Corintios 9:19 NVI). ¡De eso se trata!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")