“...De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3
Estar en Cristo, y todo
lo que te lleva a la madurez cristiana y la libertad es el tema abrumador del
Nuevo Testamento. Por ejemplo, simplemente en los seis capítulos del libro de
Efesios hay 40 referencias de estar en Cristo y tener a Cristo en ti. Por cada
referencia de tener a Cristo en ti hay 10 de estar nosotros en Cristo. Estar en
Cristo es el elemento más crítico de nuestra identidad.
Pero nosotros no
nacimos en Cristo. Nacimos en pecado, gracias al primer Adán. ¿Cuál es el plan
de Dios para transformarnos de estar en Adán a estar en Cristo? Debemos nacer
de nuevo (Juan 3:3) El nacimiento físico sólo nos da vida física. La vida
espiritual, la vida eterna que promete Cristo a aquellos que vienen a Él sólo
se obtiene a través del nacimiento espiritual (Juan 3:36).
¿Qué significa estar
vivo espiritualmente en Cristo? En el momento en que naciste de nuevo, tu alma
se unió con Dios en la misma forma que Adán estaba unido con Dios antes de su
caída. Tu unión espiritual con Dios es
completa y eterna porque es provista por Cristo, el último Adán. Mientras
Cristo permanezca vivo espiritualmente, tú permanecerás vivo espiritualmente y
eso es por la eternidad.
Contrario a lo que
muchos cristianos creen, la vida eterna no es algo que obtienes cuando mueres.
Estás vivo espiritualmente en Cristo ahora mismo. Así es como pudiste estar en
unión con Dios, al nacer de nuevo espiritualmente. No estarás más vivo
espiritualmente de lo que estás ahora. Lo único que va a cambiar cuando mueras
físicamente es que cambiarás tu cuerpo terrenal por uno nuevo. Pero tu vida
espiritual en Cristo, la cual comenzó cuando confiaste en Él, solo va a
continuar.
La salvación no es una
añadidura futura; es una transformación presente. Y esa transformación ocurre
en el nacimiento espiritual, no en la muerte espiritual. La Palabra de Dios
promete, "el que tiene al Hijo, tiene la vida, el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida" (1 Juan 5:12). La vida eterna es algo que posees
ahora porque estás en Cristo. Créelo. Regocíjate en ello.
ORACIÓN. Señor, gracias porque mi salvación eterna es una
realidad presente. Me regocijo en esta maravillosa garantía y seguridad.
NEIL ANDERSON -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)