TU MEJOR VESTIMENTA
Por Soraida Fuentes Ayaviri
Un miembro de una iglesia se quejaba con el Pastor por la vestimenta de
una joven que cantaba en el coro, a quien vio reiteradas veces vestida con una
misma falda. Al escuchar esto el pastor le respondió:
– Ella podrá vestir la misma falda toda la semana pero ten por seguro
que su vestimenta espiritual es renovada todos los días, lo sé porque su
conducta y palabras son la prueba. Hermano, ¿usted no ha intentado vestirse con
la misma vestimenta que la joven? A lo
mejor le ayudaría a cambiar su enfoque de lo que Dios quiere hacer en su vida,
concluyó.
Si comprendiéramos lo importante que es tener una perspectiva basada en
quien es verdaderamente Dios y lo que quiere que hagamos, podríamos evitar
malgastar el tiempo en cosas vanas, en charlas y “comentarios” nada provechosos
para nosotros y nuestra comunidad.
Jesús no se fijó en la vestimenta de
la mujer adultera, o en la estatura de Nicodemo; no se interesó en la apariencia de
las personas, porque su propósito fue y sigue siendo Salvar a los perdidos y
eso no tiene nada que ver con lo externo.
Muchas veces nos desviamos de lo importante y nos distraemos en aspectos
improductivos para nuestra vida y la de nuestro prójimo. Dice 2 Timoteo 2:16: “Pero evita profanas y
vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.”
Evitemos juzgar, condenar, acusar y querer “ayudar” a los demás con la
excusa de ser celosos de las cosas de Dios, más bien concentrémonos en cumplir
el propósito que Dios nos dejó en su Palabra:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en
libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19
¡Hay mucho por hacer, no perdamos el
tiempo!
(Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ)


