"...Que no tenga más alto concepto de sí que el que
debe tener" Romanos 12:3
Veamos dos ejemplos más
del manejo de la mente. Un pensamiento llama a la puerta de tu mente y dice:
'Eres tan maravilloso que el mundo tiene suerte de tenerte'. Lo más lógico
sería dar la bienvenida a esa clase de pensamiento, pero nosotros no hacemos las
cosas de forma lógica. Así que lo sometes a la autoridad de Cristo y
desenvainas la Espada del Espíritu, Su Palabra, para darte cuenta de que el
orgullo no agrada a Dios. Por mucho que quieras aceptar una imagen exagerada de
ti mismo, no debes. Sólo permite en tu mente lo que Cristo permite.
Pongamos otro ejemplo:
la tentación sexual. Si eres hombre, ésta te llegará mirando un vestido rojo
escotado. Si eres mujer, mirando a ese hombre atractivo a quien siempre has
admirado. La tentación te susurra: 'No hay nada malo, los dos sois adultos'. Si
no estás bajo la autoridad de Cristo, abres la puerta de par en par, pero si lo
estás dices: '¡Para un momento!' Luego llevas este pensamiento erótico delante
de Jesús y le preguntas: '¿Sí o no?' Y no hay otra parte que responda a eso más
claramente que en 1 de Corintios 6 y 7. "No debemos buscar la clase de
sexo que evita el compromiso y la intimidad, porque nos deja más solos que
antes... ¿Es bueno tener relaciones sexuales? Por supuesto, pero sólo dentro de
un contexto. Es bueno que el hombre tenga su esposa y la mujer su marido. Los
deseos sexuales son fuertes, pero el matrimonio es más fuerte para poder contenerlos"
(1 Corintios 6:15-16; 7:1-3 parafraseado). Entonces, armado con la opinión de
Cristo y la espada del Espíritu ¿qué haces? A menos que el tentador o la
tentadora sea tu cónyuge, le das con la puerta en las narices. ¡Y ahí se acaba
la historia!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


