"...Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para
que lo obedezca a él" (2 Corintios
10:5 DHH)
Cuida mucho lo que
dejas entrar en tu mente, porque los pensamientos dirigen la vida. A lo mejor
piensas: 'Pero me llegan de todas las partes: en casa, en el trabajo, a través
de los medios de comunicación, en mis relaciones personales y en mi mundo
privado. ¿Cómo puedo manejar bien mi mente?' La respuesta es curiosamente muy
sencilla. Puedes ser transformado tomando esta decisión: 'Someteré mis
pensamientos a la autoridad de Jesús'. Es fácil no darle suficiente importancia
a la afirmación de Jesús: "...Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y
en la tierra" (Mateo 28:18 LBLA). Jesucristo controla todo en el cielo y
en la tierra. Eso significa que tiene la última palabra en todo, incluidos tus
pensamientos.
Él tiene más autoridad,
por ejemplo, que tus padres. Quizás ellos te hayan dicho que no vales nada,
pero Jesús dice que tienes un valor incalculable y Él tiene autoridad sobre tus
padres. También tiene más autoridad sobre ti. A lo mejor te has convencido de
que eres demasiado malo para ser perdonado, pero Jesús tiene una opinión
diferente. Y cuando te arrepientes y le das la autoridad sobre tu vida esos
pensamientos que te condenaban no son permitidos en tu mente. Jesús también
tiene la autoridad sobre tus ideas. Supongamos, por ejemplo, que de repente se
te ocurre robar en un supermercado. Jesús ya te ha dejado claro que robar está
mal, y si le has dado autoridad sobre tu mente entonces la idea de robar no
podrá apoderarse de ti. Para manejar tu mente con éxito, lo único que tienes
que hacer es someter tus pensamientos a la autoridad de Cristo. ¿Va a suceder
de la noche a la mañana? No, pero con práctica y compromiso cada vez te
resultará más fácil.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


