“…hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra
esperanza.” Juan 5:45
¿Qué quiso decir Jesús
cuando habló esto? Moisés representa la ley del Antiguo Pacto recibida de parte
de Dios en el monte Sinaí. Si ponemos nuestra esperanza en cumplir la ley de
Dios, es la voz de Moisés la que nos acusa cuando fallamos. Puedes pensar:
“¿Por qué alguien querría poner su esperanza en el Antiguo Pacto?” Bueno, los
cristianos lo hacen todo el tiempo. Sucede cuando decimos: “Dios me ha dado una
orden y puedo cumplirla. Yo puedo mantener Su estándar de santidad”.
Así es como “ponemos
nuestra esperanza en Moisés”. Ese es también el momento en que nuestros
corazones comienzan a enfermarse: “La esperanza que se demora es tormento del
corazón” (Proverbios 13:12). No tenemos ninguna esperanza real cuando fijamos
nuestra vista en el cumplimiento de la ley de Moisés, porque no poseemos la
capacidad para hacerlo.
Bajo estos términos, podemos tratar de adorar a Jesús, pero
algo en nuestros corazones no se siente bien, se siente atado a lo terrenal. Tenemos la sensación
de que falta algo, y es esto: la gracia de Dios que viene a nosotros en Cristo,
el pacto viviente. Cuando la voz de Moisés nos acusa: “Tú no eres santo”,
seguimos intentando pero el resultado continúa siendo el mismo, y terminamos en
desesperación.
Dios no nos acusa y es
absolutamente esencial para nosotros tener esto como nuestra base firme, una
fundación basada no en la ley o en acusaciones o en la desesperación, sino en la
acción gloriosa y llena de gracia de Dios mismo. Cuando Él escucha las
acusaciones en contra de nosotros, le dice a Jesús: “aplástala”. En ese
momento, escuchamos la voz del Espíritu Santo diciendo: “No hagas caso a esa
mentira, ha sido destruida en la cruz”. Tampoco Dios nos acusa. Su Hijo nos ha
hecho libres.
Se nos ha dado a Jesús,
y en nuestros momentos de desánimo vamos a escuchar Su voz por encima de todas
los demás: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:11). ¡Que Dios te
suministre Su gracia para que puedas construir sobre ese fundamento y
regocijarte!
GARY WILKERSON
- (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)


