“Por eso concluyeron: «Nunca encontraremos nada de qué
acusar a Daniel, a no ser algo relacionado con la ley de su Dios».” Daniel 6:5
Recuerda que Daniel es
un tipo de nuestro Señor Jesucristo. Jesús tuvo enemigos que buscaban
destruirlo; no podían encontrar nada en su contra excepto «tocando a Dios». Lo
acusaron de blasfemia y luego, como hicieron en contra de Daniel, presentaron
un cargo de sedición. Lo lanzaron en el foso, en la tumba: su alma estuvo entre
los leones. Sellaron la tumba con su sello, no fuera a ser que alguien se lo
robara durante la noche, pero él se levantó al igual que Daniel, vivo e ileso y
sus enemigos resultaron destruidos. Ahora, si Daniel es un tipo de Cristo, y el
Señor Jesús es el gran Hombre simbólico de todos los que están en él, tú, creyente, debes esperar que aparezcan
aquellos que te atacarán, que arremeterán contra ti especialmente en cuanto a
tu religión. También debes esperar que estos prevalezcan por un tiempo para
que tú seas echado al foso, que buscarán encerrarte como si estuvieras
destruido para siempre, pero habrá una resurrección no sólo del cuerpo sino de
las reputaciones y tú te levantarás.
Oh, ¡ser un seguidor de
Jesús como el gran Daniel! ¡Seguir sus pasos adondequiera que vaya! ¡Estar
mucho con él, ya sea en público o en privado! Esto es algo que debe desearse y
aunque te exhorto a hacerlo, no espero que lo logres con tus propias fuerzas,
pero te señalo al Espíritu Santo, quien puede hacer esto en ti y hacer que seas
muy amado como lo fue este profeta de antaño.
(A través de la Biblia
en un año: Daniel 10-12)
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del Maestro”)


