"...Que no brote ninguna raíz de amargura que os
perturbe" Hebreos 12:15
Para quedar libre de la
amargura tienes que:
1) Perdonar. "...Perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32). Ya sea que la
persona que te ha herido te pida perdón o no, esté viva o muerta o siga
hiriéndote, tu única alternativa es el perdón. Al perdonar te liberas a ti
mismo para poder disfrutar de la vida.
2) Dejar de lado toda expectativa con respecto al ofensor. Si cambias tus
expectativas tendrás paz interior. Ya sea que la otra persona cambie de actitud
o no, tú debes seguir adelante. Si necesitas muestras de cambio estarás atado a
ese deseo. Pablo dice: "Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por
tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud"
(Gálatas 5:1 LBLA).
3) Entregar a Dios tus necesidades para que Él las satisfaga. Su palabra dice: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19).
Fijémonos en la palabra "todo". Dios puede proveer todas las
personas, todos los recursos y todas las oportunidades que necesitas para vivir
una vida feliz.
4) Pedir a Dios que bendiga a tu ofensor. Sabemos que es
difícil, pero Jesús dijo: "...Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que
os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os
persiguen" (Mateo 5:44). Esa clase de oración te devuelve el control de tu
vida.
5) Hacer algo bueno por tu ofensor. Pídele a Dios que lo
bendiga: "...Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale
de beber, pues haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza. No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:20-21). La
forma de vencer el enojo y la amargura es creer en la Palabra de Dios y actuar
en consecuencia.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")