"Para que os dé... el ser fortalecidos... en el hombre
interior por su Espíritu" Efesios
3:16
Una señora voló de un
extremo al otro de los Estados Unidos para hablar en una tertulia televisiva y
decirle al presentador que su esposo la había dejado por otra mujer. La mujer,
que era joven, dinámica y hermosa, sacó una
fotografía y dijo: 'Fíjese en esta mujer, ¡me dejó por "eso"!'
El presentador concluyó: "Desgraciadamente hemos sido condicionados a
pensar que la apariencia externa es lo único que importa, pero en realidad no
es así". Y aunque lo sabemos, seguimos midiéndonos, comparándonos y
golpeándonos porque no damos la talla. Si no puedes disfrutar de quién eres
porque te fijas en lo que no eres, nunca serás feliz. Las empresas gastan
millones en publicidad para hacernos decorar este cascarón, que al final va a
perder la batalla con la Madre Naturaleza y el Padre Tiempo, a fin de crear lo
que pensamos va a atraer a otros. Y cuando no funciona, nos deprimimos y nos
preguntamos por qué las cosas no salieron bien.
Es importante tener buena presentación, pero cuando estás
obsesionado con tu apariencia, te vuelves superficial. Y los demás dejan de
respetarte porque se dan cuenta de que aunque la caja exterior tiene un
envoltorio muy bonito, está vacía. Si quieres saber lo que en última estancia
gana los corazones y atrae a las personas adecuadas, lee estas palabras:
"Le pido que, conforme a la riqueza de su gloria, su Espíritu os llene de
fuerza y energía hasta lo más íntimo de vuestro ser. Que Cristo habite, por medio de la fe, en el
centro de vuestra vida y que el amor os sirva de cimiento y de raíz. Seréis así
capaces de entender... cuán largo y ancho, cuán alto y profundo es el amor de Cristo;
un amor que desborda toda ciencia humana y os colma de la plenitud misma de
Dios" (Efesios 3:16-19 BLP). ¡Ése es el secreto de la belleza interior!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


