"La palabra del Señor vino por segunda vez a Jonás" Jonás 3:1
Pasamos demasiado
tiempo en el mundo de los pesares. Le damos vueltas y vueltas a lo que podría o
debería haber sido. A lo mejor creemos que por repetirlo en nuestra mente
muchas veces vamos a cambiar el resultado. ¡Pero no es así! Lo único que puedes
controlar es lo que haces con el presente. Cuanto más vueltas le des al pasado
más te alejarás de las oportunidades del presente. Y cuanto más te alejes de
esas oportunidades más duro será volver a ellas. Las oportunidades nunca nos
parecen tan atractivas cuando vienen como cuando se van. Y no esperan a nadie,
así que tienes que estar atento y atraparlas. Se presentan de muchas maneras, y
llegan de muchas direcciones. Pero tienen algo en común: sólo se pueden ver y
aprovechar en el presente.
Lo que haya ocurrido en
tu vida, es pasado. Y como no puedes
cambiarlo, por mucho que lo intentes, pasa de hoja y cíñete a lo que está por
delante. Todos nos equivocamos. El error de Jonás hizo que una tempestad
amenazara las vidas de sus compañeros de barco y que él acabara en el fondo del
mar. Pero ése no fue el fin de la historia: "Entonces Jonás oró al Señor
su Dios desde el vientre del pez... El Señor dio una orden y el pez vomitó a
Jonás en tierra firme... La palabra del Señor vino por segunda vez a
Jonás" (Jonás 2:1,10; 3:1 NVI). Él
es un Dios de segundas oportunidades, y terceras, cuartas y quintas...
"Cada mañana se renuevan..." (Lamentaciones 3:23 NVI). El día de hoy
es un regalo; por eso se le llama "presente". Así que arrepiéntete
del pasado, "apodérate" del presente y empieza a vivir de nuevo.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


