“¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio
divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?” Hebreos 1:14
¡Cuán seguros y felices
nos deberíamos sentir al saber que Dios ha encargado a los ángeles para que nos
cuiden! Mi querida hermana, no te pongas tan nerviosa la próxima vez que haya
una pequeña tormenta, o incluso una gran tormenta. No tengas miedo, mi querido
amigo, cuando la enfermedad visite tu hogar.
¡Cuán santos debiéramos
ser al tener seres tan santos velando por nosotros! Si los ángeles están
siempre a tu alrededor, ten en cuenta cómo te comportas. ¿Habrías hablado como
lo hiciste cuando entraste por esa puerta si hubieras visto un ángel de pie a
tu lado, escuchando lo que decías? Oh, no, actúas con mucho decoro cuando hay
alguien cerca a quien respetas. ¡Con
cuánta frecuencia controlas tu lengua afilada cuando te puede escuchar un
cristiano o una cristiana a quien estimas mucho! ¡Cuántas cosas haces que
no harías delante de alguien a quien amas! Ya sea que estemos solos o acompañados,
evitemos pecar, porque los ángeles siempre nos están mirando, y el ángel del
Señor también nos mira. Que por su gracia nos mantenga en su santo camino y, si
permanecemos en él, nos libraremos de toda maldad mientras estemos aquí, y al
final veremos su rostro con gran alegría y viviremos con él para siempre.
(A través de la Biblia
en un año: Isaías 37-40)
CHARLES SPURGEON - (Devocional “A los Pies del Maestro”)


