“No codiciarás” Éxodo
20:17
Con el último de los
diez mandamientos, Dios le dijo a su pueblo: “No codiciarás la casa de tu
prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” (Éxodo 20:17). Codiciar significa intentar apoderarte de
cosas que no te pertenecen o desearlas. Según Haddon Robinson: “La codicia
es simplemente querer tener más de algo de lo que ya tienes suficiente”. Por
eso mismo escribió Pablo: “Gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento” (1 Timoteo 6:6).
El Dr. Clovis Chappel
escribe en su libro de sermones llamado Feminine
Faces: “Cuando estaban excavando Pompeya, encontraron un cuerpo de mujer
embalsamado por las cenizas del Vesubio. Sus pies apuntaban a las puertas de la
ciudad, pero su cara miraba hacia algo más allá de sus manos extendidas. La
presa que intentaron alcanzar sus dedos petrificados era una bolsa de perlas.
Quizá se le habían caído a ella mientras huía por su vida o quizá las hubiera
encontrado ahí donde se le habían caído a alguien. Sea como fuere, aunque la
muerte estuviese pisándole los talones y la vida la estuviese llamando desde el
otro lado de las puertas de la ciudad, no consiguió quitarse de encima el
hechizo. No fue la erupción del Vesubio lo que la hizo amar las perlas por
encima de su vida; la erupción no hizo más que petrificarla en ese gesto
codicioso”. No hay nada de malo en querer más en la vida, siempre y cuando
estés disfrutando de las cosas que Dios ya te haya dado y las estés
compartiendo con los demás.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


