"Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros" Santiago 4:8
Todos queremos lo que
tienen los triunfadores, pero no estamos dispuestos a pagar el precio que ellos
pagaron. Si ves a alguien con los abdominales marcados y con un cuerpo bien
tonificado, probablemente haya pasado su buen tiempo sudando en el gimnasio. Hay
un motivo por el que Pablo habla de "luchar en oración" (Colosenses
4:12 CST). Cuando oras, debes ser ferviente, persistente, positivo y esperar
cosas buenas de parte de Dios. Tu corazón tiene que entregarse de lleno a ello
y creer que Dios hará lo que prometió. No es fácil combatir las distracciones y
centrarse en Él. No esperes que tu naturaleza carnal colabore, puesto que ésta
acude a la oración a rastras y con desgano. Y no esperes que tu intelecto te anime, pues tu naturaleza
autosuficiente siempre elegirá orar como último recurso. Sin embargo, Dios
te alentará y te llevará a Su presencia. "Acercaos a Mí y Yo me acercaré a
vosotros" (Santiago 4:8).
Un poeta anónimo
escribió: "Me levanté temprano una vez y con prisa en el día entré. Estaba
tan ocupado que tiempo de orar no saqué. Los problemas me llovían y cada tarea
más dura se hacía; '¿Por qué no me ayuda Dios?' pensé. Respondió Él: 'Porque no
me pediste ayuda'... Me desperté temprano entonces y antes de empezar el día
paré. Tenía tanto trabajo que a orar tiempo dediqué". Muchos problemas se
pueden resolver o evitar si sacas tiempo para orar e incluyes a Dios en cada
uno de los momentos de tu día. Como dice el antiguo himno: "¿Vive el
hombre desprovisto de consuelo y protección? Es porque no tiene dicho todo a
Dios en oración". (Joseph M. Scriven: 1855).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")