"...aguardamos la bendita esperanza... La gloriosa
venida de nuestro... Salvador Jesucristo" (Tito 2:13 CST)
La esperanza da la
felicidad; pero el escepticismo, nunca. Quizás estés vivo cuando Cristo vuelva,
o tal vez resucites para encontrarte con Él en el Cielo. Sea como sea, ¡Jesús va a regresar! No permitas que los
incrédulos o los que predicen fechas falsas te apaguen la esperanza. Ray
Bakke comparte esta historia: "Conocí a un catedrático de Glasgow, un tal
McDonald que junto con un capellán escocés fue llevado a un campo de
prisioneros de guerra. Una valla alta de alambre separaba a los estadounidenses
de los británicos y a McDonald lo pusieron en los barracones para
estadounidenses. Sus compatriotas tenían una radio casera donde recibían noticias
del exterior. Cada día, McDonald llevaba una o dos noticias a la valla y las
compartía con el capellán en la antigua lengua gaélica, ininteligible para los
alemanes.
Un día llegaron
noticias de que el Alto Mando alemán se había rendido. McDonald se lo comunicó
a su amigo y vio cómo éste desaparecía entre los barracones. Al poco, del
interior emergió un estruendo de celebración. La vida en aquel campo se había
transformado. Los hombres caminaban por el lugar cantando y gritando, saludando
a los guardias e incluso riéndose de los perros. Cuando los guardias alemanes
finalmente oyeron las noticias tres noches después, huyeron en medio de la
noche, dejando las vallas abiertas. A la mañana siguiente, los británicos y los
estadounidenses salieron de allí como hombres libres, aunque técnicamente
habían sido liberados tres días antes con la noticia del fin de la
guerra". La certeza de que Cristo vuelve pronto te hace libre para
esperar, para alegrarte en las peores circunstancias y para vivir con
propósito. Para el pueblo redimido de Dios ¡lo mejor está por venir!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")