Mateo 4:18-22; 9:9. Jesús llama a cuatro
pescadores para que lo sigan y se
conviertan en pescadores de hombres. También llama a un recaudador de impuestos
para que se convierta en su discípulo.
¿Te ves como un príncipe
o una princesa en proceso? ¿Qué tal tu familia y amigos? ¿Y tu vecino? ¿El
pobre del final de la calle? ¿Tu molesto compañero del trabajo con el cual no
te puedes llevar? ¿Piensas que ellos tienen potencial para ser
"realeza" en el reino de Dios? Dios creó a la humanidad para ejercer
dominio sobre lo creado, para reinar con Él en el mundo físico. Todos somos
príncipes y princesas potenciales. Tienes el potencial para la grandeza
En el mundo, tendemos a
juzgar por las apariencias. También nos impresionamos por los logros humanos y tachamos
muy rápido a los que fallan según nuestros estándares. Dios opera bajo
estándares diferentes. Él juzga no por la apariencia o por la condición actual
sino por el potencial.
Considera los apóstoles
de Jesús, juzgando por los estándares humanos, sería difícil imaginar que a
este grupo de personas se les confiara el trabajo de Dios. Jesús escogió a
Andrés, Simón, Santiago y Juan para que fueran sus discípulos. Estos cuatro
pescadores eran simples trabajadores, no eran el tipo (que muchos de nosotros
pensaríamos) de mensajeros de las buenas nuevas de Dios. Pero Jesús vio mucho
más que tan solo pescadores en ellos. Él los vio como "pescadores de
hombres". Y eso es justo en lo que se convirtieron. Ellos no buscaban la
perfección, estaban buscando potencial.
Mateo era un recaudador
de impuestos. Como "colaborador"
del odioso gobierno romano, era considerado un traidor por su propia gente.
Jesús vio más allá de lo que era Mateo y vio en lo que se podría convertir.
Como discípulo, Mateo cambió de escribir cuentas de impuestos a escribir el
evangelio de Jesús.
Cuando los emisarios
del rey Jerjes fueron a buscar a la nueva reina ellos no buscaban perfección.
Ninguna mujer en el reino estaría "lista" para presentarse ante el
rey. Ellos buscaban potencial. Ellos vieron jóvenes que pudieran crecer a pesar
de sus circunstancias y convertirse en "aceptables ante el rey".
De la misma manera,
ninguno de nosotros está listo para presentarse ante el Rey pero Él puede
prepararnos. No importa quién seas, dónde has estado o que has hecho, puedes
convertirte en la persona que Dios ha planeado que seas. Él conoce el potencial
que ha puesto en ti. Y está listo para moldearte... si lo dejas.
No te conformes con
menos de lo mejor de Dios. Deja que te lleve al nivel del potencial que ha
puesto en ti. Deja que te prepare para tu vida en el palacio.
ORACIÓN. Señor, quiero alcanzar todo mi potencial. Te doy completo
control de mi vida, hazme la persona que quieres que sea, prepárame para la
vida en Tu palacio.
TOMMY TENNEY - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


