"...Servíos por amor los unos a los otros" Gálatas 5:13
Bill Wilson se dedica a
levantar Escuelas Dominicales en las áreas más conflictivas de Nueva York. A él
mismo lo apuñalaron y dispararon y unos miembros del equipo fueron asesinados.
Una mujer puertorriqueña que apenas sabía hablar inglés le dijo un día: 'Déjeme
hacer algo para Dios, por favor'. Bill le contestó: 'Está bien, lleve un
autobús diferente de escuela dominical cada semana y dé amor a los niños'. Así
lo hizo, condujo un autobús distinto cada semana -Bill tiene decenas de ellos-
y dio amor a los niños. Después de varios meses se encariñó mucho con uno de
los niños pequeños. 'No quiero cambiar más de autobús, quiero quedarme con
éste' le dijo a Bill. El niño venía a la escuela dominical todas las semanas
con su hermana y se sentaba en las piernas de la señora, pero nunca decía nada.
Ella le repetía continuamente 'Te
quiero, y Jesús también te ama'. Un día para su gran sorpresa, el niño se
volvió y balbuceó: 'Yo también te quiero'. Y luego le dio un gran abrazo.
Eso ocurrió a las 2:30
un domingo por la tarde. Cuatro horas más tarde aparecía el cuerpo sin vida del
niño en un contenedor al lado de la escalera de incendios. Su madre lo había matado
a golpes y tirado su cuerpo la basura. 'Te quiero, y Jesús también te ama'
fueron unas de las últimas palabras que escuchó ese niño en su corta vida, de
los labios de una mujer puertorriqueña que apenas hablaba inglés. Bill comenta:
"¿Quién entre nosotros está calificado para ministrar? ¿Quién entre
nosotros sabe qué hacer? Nadie, ni tú ni yo. Pero una vez me acerqué al altar y
cogí el fuego de Dios y me dispuse a servir. Lo mismo hizo esta mujer que
apenas hablaba inglés. Tú también puedes".
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


