martes, 16 de septiembre de 2014

El bautismo con el Espíritu Santo 16 septiembre




“No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado. Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.”  Hechos 1:4-5


Se dicen muchas cosas en estos días con respecto al bautismo con el Espíritu Santo, pero me temo que muchos hablan de él y oran por esta experiencia sin tener una idea clara y definida de lo que es. Pero la Biblia nos muestra un cuadro claro de esta maravillosa bendición.

La Biblia utiliza numerosas expresiones refiriéndose al bautismo con el Espíritu. Además del versículo anterior, leemos en hechos 2:4 en donde se cumplió la promesa: “Todos fueron llenos del Espíritu Santo…” (Hechos 2:4). Pero comparando Hechos 10:44-47 con Hechos 11:15-16, encontramos las siguientes expresiones: “Él Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje” y “recibieron el Espíritu”. Todas ellas son equivalentes y expresan la misma idea de “ser bautizado con el Espíritu.”

Encontramos también que el bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia definida que uno debe conocer, ya sea que lo haya recibido, o no. Esto resulta claro del mandato de nuestro Señor a los apóstoles: “…pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24:49). Si este revestimiento con poder, este bautismo con el Espíritu Santo, no fuera una experiencia tan definida que uno pueda saber si la ha recibido o no, ¿cómo podían los discípulos saber que los días de espera habían terminado, y que el tiempo de comenzar su ministerio había llegado?

Esta misma idea es muy clara en la pregunta definida que el apóstol Pablo hace a los creyentes en Éfeso: “¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando creyeron?” (Hechos 19:2). Es evidente que Pablo esperaba un sí o un no, como respuesta. ¿Cómo más podían estos discípulos responder el interrogante de Pablo, si no era de una manera definida? Y de hecho la respuesta fue un categórico no. Estos discípulos estaban en completa oscuridad en lo referente al Espíritu Santo, pero con la instrucción del apóstol respondieron inmediatamente y fueron bautizados con el Espíritu allí mismo. La Biblia es absolutamente clara en cuanto a que el bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia definida.

ORACIÓN. Señor Jesús, tus palabras a los discípulos fueron inconfundiblemente claras, pero han sido tan tergiversadas y mal utilizadas en el día de hoy, que esto ha causado confusión. Te pido que me des claridad sobre ellas para que yo pueda discernir la verdad y acogerla con fe. Amén.


R. A. TORREY (Devocional diario “EL ESPÍRITU SANTO”)







TRADUCCIÓN