“Porque nadie aborreció jamás a su
propio cuerpo; más bien, lo sustenta y lo cuida, tal como Cristo a la iglesia.” Efesios 5:29
Anita
está tan concentrada en sí misma que el resto del mundo parece pasar debajo de
sus narices sin que ella lo note para nada. Toma hoy por ejemplo.
Cuando
Anita cruza la calle rumbo a la escuela, lo hace en medio del tránsito sin
mirar. Suenan las bocinas. Se oye el frenar de las ruedas. Un montón de autos
chocan y terminan apilados unos sobre otros. Me pareció oír algo, piensa Anita.
Al
entrar como un bólido a la escuela, se choca con una anciana que trabaja de
voluntaria. La pisa al pasarla para llegar a su aula. "Esos porteros
tendrían que barrer mejor", dice entre dientes.
Y
mientras Anita se arregla el peinado mirándose en un espejo que tiene en su
pupitre, toda la escuela de pronto está en llamas. Suenan las alarmas. Los
estudiantes gritan. Sólo cuando un bombero toma a Anita y se la pone sobre el
hombro, ésta se da cuenta de que pasa algo, es decir, con su cabello.
—
¡Bájeme! —Grita—. ¡Todavía no terminé de peinarme!
Resulta
evidente que Anita se quiere bastante. En cambio, esto puede sorprenderte:
¿Sabías que Jesús te ordena amarte a ti mismo?
En
Mateo 22:39 Jesús dice que debes "amar a tu prójimo como a ti mismo".
Quiere decir que tu amor por los demás
debe ser una copia de tu amor por ti mismo.
¡Un
momento! quizá pienses. Se supone que no me tengo que amar a mí mismo. Jesús
dijo que tengo que negarme a mí mismo. Amarme es malo. Pero eso es confundir
algo bueno (cuidarte) con algo malo (pensar únicamente en ti mismo).
Como
creyentes nuestra tarea más básica es cuidarnos a nosotros mismos, alimentarnos
y protegernos de todo mal. Debemos cuidarnos mental, física, espiritual y
socialmente. Y ese cariñoso respeto que mostramos por nosotros mismos nos
enseñará cómo hemos de amar a los demás. Jesús no dijo: "Ama a tu prójimo
en lugar de amarte a ti mismo". Jesús está queriendo decir algo así:
"Ya te amas a ti mismo, y hacerlo correctamente es bueno. Ahora ve y ama a
otros de esa misma manera".
Dios
declara que eres digno de ser amado porque él te hizo. Si eres su creación
mereces cuidado y respeto. Si Dios dice que eres digno de ser amado, entonces
es correcto que te ames. ¡No desprecies lo que Dios dice que es un tesoro!
JOSH MCDOWELL - (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


