VALOR PARA DECIR LA VERDAD
Por Héctor Colque
Galileo Galilei nació en Italia el 15 de febrero de 1564, llegó a ser un
prominente astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático y físico, que estuvo
relacionado estrechamente con la revolución científica.
Algunos de sus más grandes logros incluyen la mejora del telescopio,
gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un
apoyo determinante para las publicaciones de Copérnico. Hoy en día es
considerado el “Padre de la astronomía moderna.”
Pero no todo fue una vida de triunfos. Tras varios estudios con el
telescopio que él mismo había mejorado, llegó a la conclusión de que la tierra
tenía forma redonda y se desplazaba
sobre su órbita alrededor del sol.
Se dice que tardó mucho tiempo para hacer público su descubrimiento
porque en ese entonces la iglesia era la autoridad final y ellos creían que era
el sol el que daba la vuelta alrededor del planeta tierra. Cuando por fin tomó
la decisión de publicar su descubrimiento, no tardó en llegar la oposición de
parte de algunos colegas, la desazón de algunos amigos y las amenazas de
algunos grupos religiosos.
Tanta fue la revuelta que causó esta noticia que llegó a los oídos del
papa Pablo V, quien no dudo en mandarlo a llamar para pedirle que deje de lado
su descubrimiento y se retracte, o sería puesto en la cárcel y azotado. En ese
entonces la iglesia tenía todo el poder y cualquier idea que era contraria a
sus creencias, era considerada una herejía digna de ser castigada.
Galileo mostró gran fortaleza al principio, pero poco a poco se fue
debilitando, su popularidad y fama se desvanecieron, su prestigio había caído
al suelo, prácticamente se quedó solo. Desgraciadamente, aquel científico por
fin negó lo que él creía que era la verdad, para evitar el castigo papal.
En nuestros días, el papa Pablo V no es de los más recordados y sus
logros no son dignos de reconocimiento. Pero Galileo sí es recordado, porque
con el paso del tiempo la verdad siempre termina venciendo y triunfando sobre
cualquier tipo de oposición.
Esteban fue un hombre que sabía muy bien esto y no negó su fe ante
ninguna amenaza, sino que llevó lo que él creía verdad hasta la muerte (Hechos
7:54-60)
Este mismo valor es el que necesitamos para estar firmes proclamando la
verdad y toda clase de prácticas que sean contrarias a las leyes de Dios y al
bienestar del hombre.
“Pero el Señor me dijo: No digas que
eres muy joven. Tú irás a donde yo te mande, y dirás lo que yo te ordene. No
tengas miedo de nadie, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor,
doy mi palabra.” (Jeremías 1:7-8 DHH)
No tengas miedo de decir la verdad y publicar el evangelio, porque Dios
siempre te acompañará.
(Este artículo fue producido por
Radio Cristiana CVCLAVOZ)


