"...A tus propios ojos eras pequeño..." 1 Samuel
15:17
Cuando el rey Saúl desobedeció a Dios, el
profeta Samuel le dijo: "Aunque a tus propios ojos eras pequeño, ¿no... te
ha ungido [el Señor] rey sobre Israel?... ¿Por qué, pues, no has oído la voz
del Señor?..." (1 Samuel 15:17-19). Esto nos da mucho qué pensar. El
momento más peligroso de tu vida es cuando piensas que puedes triunfar sin
Dios. Cuando vas prosperando con facilidad, es fácil olvidarse de Quién es
responsable de tu éxito. Ahí donde anteriormente consultabas a Dios, ahora te
lanzas solo y pides a Dios que bendiga tus decisiones. Si eres de los que dicen
'Me están yendo muy bien las cosas últimamente', recuerda Quién hizo posible tus logros y vive con gratitud a Dios y en
dependencia de Él.
Considerando en
retrospectiva cómo Dios había bendecido a Israel, el salmista dice:
"Entonces creyeron a sus palabras y cantaron su alabanza. [Pero] bien
pronto olvidaron sus obras; no esperaron su consejo". (Salmo 106:12-13).
Tenemos una capacidad sorprendente de olvidar. Los antiguos solían atarse una
cuerdita en el dedo que servía de recordatorio de ciertas cosas. Pues a lo
mejor tú necesites llevar una cuerdita en el dedo para recordarte que Dios es
el secreto y la fuente de tus bendiciones. Frustrado por el tiempo que tardaban
en renovar su permiso de conducir, el consejero delegado de una gran empresa de
fontanería le dijo a su esposa: '¿Pero éstos no saben quién soy yo?' Ella
respondió: 'Sí, el hijo de un fontanero que tuvo suerte.' La palabra para hoy
es: sé siempre humilde, ¡y que no se te suban los humos!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")