Por Ana María Frege Issa
Cuentan que durante la
Primera Guerra Mundial, en las regiones del Oriente, un grupo
de soldados que buscaba un botín intentaba llevarse un pequeño rebaño de ovejas
que pertenecía a un pastor de Palestina.
El pastor se hallaba dormitando bajo el sofocante calor del sol de medio día y, de repente, se dio cuenta
de lo que estaba ocurriendo. No había esperanza alguna de que él solo pudiera
impedir el robo, pero de súbito le vino una idea. Se puso de pie al otro lado
del barranco, con las manos puestas alrededor de la boca e hizo una llamada
peculiar suya con la cual acostumbraba a recoger las ovejas para llevarlas al
aprisco.
Tan pronto como su voz llegó al otro lado del barranco, las ovejas se
detuvieron abruptamente, levantando la cabeza. El pastor siguió llamándolas, y
ellas dieron media vuelta y se lanzaron barranco abajo en dirección al pastor,
sin que los soldados consiguieran pararlas en su carrera.
Al poco tiempo, las ovejas se habían
reunido alrededor del pastor, el cual, apresuradamente, se las llevó a un lugar
seguro.
En ocasiones nos dejamos deslumbrar por las cosas que nos ofrece el
mundo, queriendo formar parte de un grupo seguimos a nuestros amigos o
familiares, vamos detrás de promesas de riquezas, éxito y cientos de cosas
más y empezamos, poco a poco, a alejarnos del Pastor.
Pero Dios, en su misericordia infinita, vuelve a llamarnos con su dulce
voz tratando de alejarnos del peligro y depende de cada uno de nosotros el
escuchar su voz, saber reconocerla y cambiar nuestra dirección.
“Yo soy el buen pastor; conozco a
mis ovejas, y ellas me conocen a mí,
como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que
sacrifico mi vida por las ovejas” Juan
10:14-15
Conocer la voz del Pastor implica que pasamos tiempo aprendiendo más de
Él, que lo buscamos en oración, leemos su Palabra y ayunamos. Es lo mismo que
sucede con los matrimonios o los amigos de años, muchas veces son capaces de
reconocer la voz del otro sin haberlo visto y pueden diferenciar muchas cosas
más que son propias de la otra persona porque la aman y pasan tiempo juntos
conociéndose. ¿Conoces la voz del
Pastor?
Si aún te cuesta diferenciar su llamado, te invito a pasar más tiempo
con Él y permitir que te lleve a un
lugar seguro. No saber reconocer Su voz, o ignorarla, podría tener
consecuencias devastadoras para tu vida.
(Este artículo fue producido por
Radio Cristiana CVCLAVOZ)


