"...negociad [ocupad] hasta que venga" (Lucas
19:13 RVR 1977)
Jesús dijo: "...Un
hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez
minas, y les dijo: Negociad hasta que venga" (Lucas 19:12-13 RVR 1977). La
palabra original que se tradujo como "negociad" significaba también
"ocupad", término militar que significa "tomar
posesión". No hemos sido llamados a
"defender la fortaleza", sino a ir y "poseer la tierra".
Jesucristo no va a volver a recoger una iglesia derrotada sino victoriosa. A lo
mejor piensas: 'Las posibilidades de que eso ocurra son pocas'. En ese caso
tienes que mirar a Dios, porque según sus matemáticas, una persona puede
derrotar a mil enemigos y dos pueden vencer
a diez mil (Deuteronomio 32:30). Dios
se place en tomar algo que parece pequeño e insignificante, hacerlo multiplicar
y dar la victoria.
Cuando Dios le dijo a
Gedeón que lo iba a usar a él y a trescientos soldados más para derrotar a un
ejército de cientos de miles, Gedeón le recordó al Señor que él procedía de la
tribu más pequeña y de la familia menos importante. Pero Dios le contestó:
"...Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a
un solo hombre" (Jueces 6:16). Un "ciertamente" de Dios puede
más que todos los "quizás" y "qué pasa si...". Gedeón dijo
a sus trescientos soldados: "Tocaré la trompeta... entonces vosotros
tocaréis las trompetas alrededor de todo el campamento, gritando: ‘¡Por el
Señor y por Gedeón!’". (Jueces 7:18). Cuando blandees la espada de un
lado, mira por encima de tu hombro y verás que Dios la blandea del otro. No
estás solo. Dios está pelando a tu lado, por lo tanto la victoria está
asegurada.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")