"...después que hayáis padecido un poco de tiempo, él
mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca" (1 Pedro 5:10)
La construcción del
Templo de Salomón duró siete años. En la Escritura el número siete indica que algo está
completo. Entonces, cuando se trata de tu posición en Cristo, estás tan salvado
ahora como el día que vayas al cielo. Cuando Jesús clamó: "¡Consumado
es!" (Todo está cumplido), cumplió todo lo que se necesitaba para reconciliarte
con Dios, no te falta nada. Y cuando pones tu confianza en Jesús así es como
Dios te ve. Cuando estás en Cristo, "...[estás] completo en Él"
(Colosenses 2:10). Probablemente pienses 'Pero todavía peco'. La Biblia dice:
"...Nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en
un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su
misma imagen, por... el Espíritu del Señor" (2 Corintios 3:18) ¿Lo
entiendes?
El Espíritu Santo opera en tu vida todos los días de muchas
maneras moldeándote a la imagen de Jesús. El plan final de Dios para ti es
mucho mayor de lo que tú puedas captar ahora. Escribe Judas: "A Aquél que
es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su
gloria con gran alegría... sea gloria y majestad..." (Judas 24-25). Fíjate
en las palabras: "Aquél que es poderoso". Eso es algo que Cristo hace por ti, no algo
que tú hagas por ti mismo. Y una de las herramientas que usa para producir
perfección (madurez) es la tribulación. Pedro escribe: "Pero el Dios de
toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca" (1 Pedro 5:10). A lo mejor tardes un poco pero al final lo
lograrás.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


