"...Vosotros sois juntamente edificados para morada de
Dios..." Efesios 2:22
Jesús vive en cada uno
de los que conformamos Su iglesia. "...Sois... miembros de la familia de
Dios, sobreedificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo
la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio,
bien ajustado, va creciendo para ser un santuario sagrado en el Señor; en quien
también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu" (Ef. 2:19-22). Nada es tan querido para Dios como Su
iglesia. "...Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella" (Ef. 5:25). Su mayor interés y el centro de Sus propósitos
eternos es "...que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a
conocer ahora, por medio de la iglesia..." (Efesios 3:10 CST).
Si te preguntas qué hay que hacer para pertenecer a la
iglesia de Cristo, la respuesta es sencilla: la iglesia es una familia; tienes
que nacer dentro de ella. Por eso Jesús le dijo a Nicodemo: "...[Te] es
necesario nacer de nuevo" (Juan 3:7). No llegas a ser miembro porque le
estreches la mano al predicador, rellenes un formulario o des un donativo para
el fondo del edificio. La
Biblia dice: "...Recibíos los unos a los otros, como
también Cristo nos recibió..." (Romanos 5:17). Una vez que has aceptado a
Cristo y Él te ha aceptado, ya eres parte de esa familia. A lo mejor no eres
tan conocido como otros miembros, pero a los ojos de Dios, eres un miembro
legítimo de Su familia, lavado por la sangre del Cordero y destinado para el
Cielo. La Biblia
dice: "...El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos" (Hechos 2:47). Cuando Dios te "añade", nadie en este
mundo puede arrebatarte ese derecho.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


