"...proponeos no poner tropiezos ni obstáculos al
hermano" (Romanos 14:13 CST)
Hay tres obstáculos más
que tienes que quitar para poder ganar a alguien para Cristo:
1) El aburrimiento. Jesús no es aburrido, pero la
religión sí que lo es a veces. Se cuenta de una mujer que se durmió durante el
sermón. El pastor, dirigiéndose al hombre que estaba sentado al lado de ella,
le dijo: 'Por favor, ¡despierte a esa mujer!', a lo que el hombre respondió:
'Usted la ha dormido, reverendo. Despiértela usted'. A Jesús se le llama
"el Buen Pastor" (Juan 10:11), y la palabra griega para
"bueno" es "kalos", lo cual significa
"cautivador"; ése es el Cristo que tenemos que presentar a los que
buscan orientación espiritual.
2) El dinero. Se dice que el nervio más sensible del cuerpo es el
que va conectado al bolsillo. Es cierto que en algunas iglesias ha habido
escándalos financieros; también los hubo en la iglesia del Nuevo Testamento
(Hechos 5), ¡pero no metamos a todos en el mismo saco! Cuesta dinero construir
templos, alimentar y vestir a los necesitados y enviar misioneros. Cuando el
dinero está en buenas manos, es una solución y no un problema. Es más, si Dios
te puede confiar la tarea de financiar Sus planes, Él te mostrará cómo hacer
más dinero. Él dijo: "...Yo soy el Señor, Dios tuyo, que te enseña para tu
provecho..." (Isaías 48:17).
3) La incomodidad. Muchos dicen: 'Es que no me siento
a gusto en la iglesia'. A veces la verdad nos incomoda, y es que el evangelio
está para tranquilizar a los afligidos y afligir a los tranquilones. Cuando
Pablo predicaba, algunos temblaban, pero mientras esos temblores lleven a la
persona a confiar en Cristo, son algo bueno.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")