"...sois... miembros de la familia de Dios" Efesios 2:19
Nathaniel Hawthorne
dijo: "Ningún hombre en ninguna época podrá llevar una cara para él y otra
para la multitud sin llegar a desconcertarse sobre cuál es su verdadero
yo". Nos gusta llevar máscaras en público y sin embargo, cuanto más nos
abrimos a los demás, más podemos cambiar y desarrollarnos. "...Si andamos
en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros..." (1 Juan
1:7). Alguien escribió: "El mundo piensa erróneamente que la intimidad
tiene lugar en la oscuridad, pero Dios dice que ocurre en la luz. La oscuridad
oculta nuestros problemas y complejos, pero cuando los sacamos a la luz,
pierden todo su poder, hallamos perdón, las áreas heridas se sanan y comenzamos
a progresar".
Nos asusta la transparencia, pero es la única forma que hay
para estar completos espiritual y emocionalmente. Nadie es tan fuerte por sí solo
como lo es en colectivo. Somos más constantes en la fe cuando nos acompañan
otros en el camino y nos animan. Una y otra vez se nos dice en el Nuevo
Testamento que nos entreguemos los unos a los otros, que nos sometamos, que nos
perdonemos, que llevemos las cargas de los demás, que nos honremos los unos a
los otros, que nos aceptemos, que nos enseñemos, que nos sirvamos, que nos
animemos, que oremos los unos por los otros y que nos amemos. Tú no eres
responsable de todos los miembros de tu iglesia pero sí lo eres ante ellos.
Dios espera que hagas lo que esté en tu mano para servirles. Pablo instó a los
creyentes de Roma: "...Que... nos confortemos mutuamente, cada uno por la
fe del otro, tanto la [vuestra] como la mía" (Romanos 1:12 NBLH). ¡De eso
se trata!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")