"El nos guiará aun
más allá de la muerte." Salmo 48:14
Necesitamos un guía. Algunas veces daríamos todo lo que poseemos para que
se nos dijera exactamente qué hacer, y a dónde acudir. Estamos dispuestos a
hacer lo recto, pero no sabemos cuál de dos caminos hemos de seguir. ¡Oh,
anhelamos un guía!
El Señor nuestro Dios condesciende a servirnos como guía. Él conoce el
camino, y será nuestro piloto a lo largo de la ruta hasta que lleguemos en paz
al término de nuestra jornada. Ciertamente no deseamos una dirección más
infalible. Pongámonos absolutamente bajo Su guía, y nunca perderemos nuestro
camino. Hagámosle nuestro Dios, y descubriremos que Él es nuestro guía.
Si seguimos Su ley, no perderemos el camino recto de la vida, a condición de
que primero aprendamos a apoyarnos en Él en cada paso que demos.
Nuestro consuelo es que, puesto que Él es nuestro Dios por siempre y para
siempre, no cesará de estar con nosotros como nuestro guía. "Aun más allá
de la muerte" nos conducirá, y entonces moraremos con Él eternamente, y no
saldremos jamás. Esta promesa de una guía divina implica una seguridad
vitalicia: salvación de inmediato, guía hasta nuestra última hora, y luego
bendición ilimitada. ¿No debería cada quien buscar esto en la juventud,
regocijarse en ello en la edad adulta, y descansar en ello en la ancianidad? En
este día, busquemos la guía antes de aventurarnos a traspasar las puertas.
CHARLES SPURGEON -
(Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")


