"Escojed... hombres... llenos del espíritu" (Hechos
6:3 CST)
Esteban también fue
elegido para el liderazgo de la iglesia del Nuevo Testamento porque estaba
"lleno... del Espíritu Santo" (Hechos 6:5). ¿Por qué es eso tan
importante? Porque Jesús dijo a Sus discípulos: '...Recibiréis poder cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén
[tu zona], en toda Judea [adonde llegas con tu coche], en Samaria [donde puede
que no te reciban bien] y hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8).
Pablo escribe: "No os emborrachéis con vino, que lleva al desenfreno. Al
contrario, sed llenos del Espíritu" (Efesios 5:18 CST).
Se cuenta la historia
de un pastor al que vieron bebiendo un vaso de vino en la cena. Apoyándose las
palabras de Pablo ("no os emborrachéis con vino"), el concilio de
ancianos le exigió que dimitiera. A lo que el pastor contestó: 'Entonces
dimitamos todos. Habéis dicho que fallé en la primera parte del mandamiento,
"no os emborrachéis con vino", pero todos vosotros habéis fallado en
la segunda parte, "sed llenos del Espíritu"'. Entiende esto: necesitas llenarte continuamente del Espíritu de Dios.
Después de todo, tu coche no sigue circulando con el primer tanque de gasolina
que pusiste, ¿verdad? Recuerda que con la ley del mínimo esfuerzo no se llega a
ninguna parte, y tampoco funciona en el liderazgo del reino de Dios. O bien te
dejas guiar por el Espíritu Santo, o bien por tu propio espíritu. 'Pero tengo
talento', podrás decir. Sí, y Dios lo usará, pero cuando se trata de edificar
lo que Él quiere edificar, no es "con ejército ni fuerza, sino con mi Espíritu,
ha dicho el Señor" (Zacarías 4:6).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")