“Renovaos en el espíritu de vuestra mente.” Efesios 4:23
Cuando
usted se hace cristiano, Dios le da una nueva mente; pero usted debe llenarla
de nuevos pensamientos. Un bebé nace con una mente nueva y fresca, y entonces
se van haciendo impresiones en la mente del bebé que determinan el curso de su
vida. Lo mismo ocurre con un cristiano. Cuando usted entra en el reino de Dios,
recibe una mente nueva y fresca. Entonces
tiene que formar los buenos pensamientos en su nueva mente. Por eso
Filipenses 4:8 dice: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Tenemos una mente renovada,
no una mente depravada.
En vez de
tener una mente depravada, vil, lasciva, avara, sucia, tenemos una mente llena
de justicia y santidad. Y eso debe caracterizar naturalmente nuestro modo de
vivir.
JOHN MACARTHUR
- (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)


