“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por
otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías
era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente
para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y
otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” Santiago 5:16-18
Con media docena de
amigos en su casa para jugar fútbol en el patio, Nicolás se dispuso a servir la
pizza con doble queso de la
Pizzería Fazio. Al entrar en la casa, se acomodaron alrededor
de la mesa de la cocina, esperando la comida.
Después de media de
hora de gruñidos por los estertores del hambre, a uno de los amigos por fin se
le ocurrió decir:
—Eh, chico. ¿Estás
seguro de que pediste la pizza?
Nicolás puso cara de
preocupado.
—Umm —dijo por fin—,
¿qué les parece si vuelven al patio y juegan uno o dos partidos más?
Te tengo una noticia
importante: La pizza no aparece a menos que hagas una llamada telefónica
imprescindible.
Sucede lo mismo con los
amigos que quieres que confíen en Cristo. Los deseos no son oraciones. Hasta
que ores, no has hecho la cosa imprescindible que hace que alguien acuda a
Jesús.
¿Tienes alguna idea
acerca de los momentos y lugares para orar por tus amigos?
Aquí van algunas
sugerencias para que llegues a ser "uno que ora" efectivamente:
1. Como familia, reserven regularmente un momento semanal para
orar por los amigos y familiares no creyentes.
2. Ora a solas cada día por uno o dos amigos no creyentes.
3. Junta un pequeño grupo de amigos en la escuela o iglesia
para orar regularmente por los no creyentes.
4. Cada vez que te reúnes con tus amigos creyentes, pídele a
Dios que haga crecer tu grupo agregando a no creyentes que aprenden a confiar
en Cristo.
5. Participa con otros creyentes en tu escuela o tu vecindario
en una "caminata de oración". Ora al caminar por los lugares donde se
juntan los chicos.
Orar no es tu única
responsabilidad. Puedes orar por tus amigos hasta quedarte ronco, pero no lo
hagas porque tarde o temprano necesitarás tu voz para compartir con ellos las
buenas nuevas de Jesús.
La petición más
importante que puedes hacer al orar es que tus amigos no cristianos tengan la oportunidad
de escuchar y responder a las buenas nuevas. Puedes elevar esa petición por los
que tienes cerca y por los que están lejos. ¡Es la acción importantísima que
puedes realizar para ganar a otros para Jesús!
JOSH MCDOWELL - (Dev. "VIDA
NUEVA PARA EL MUNDO”)


