"...Hacedlo todo en el nombre del señor Jesús..." Colosenses
3:17
Analicemos lo
siguiente:
1) Puedes tener más, mientras no lo quieras todo para ti. En la generación
actual donde el lema reinante es "ocuparse de uno mismo", tenemos que
recordar que "Cristo no se agradó a sí mismo" (Rom 15:3). Él no
vivió para enriquecerse, sino para enriquecer a los demás. En Él no hubo un
ápice de egoísmo. Le podemos llamar el "Maestro" porque primero encaminó
su vida con abnegación y luego se la entregó a los demás.
2) Podrás conseguir cualquier cosa mientras no te importe
quién se lleve los honores. "...Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho,
hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús..." (Colosenses 3:17). La
soberbia le hizo caer a Satanás, y lo mismo hará contigo. Ivan O Miller
expresó: "La humildad es algo tan frágil y delicado, que aquel que se
atreve a pensar que la tiene, demuestra con ese mero pensamiento que carece de
ella". Cuando te van bien las cosas y empiezas a recibir elogios,
disfrútalos por un breve momento y luego pásaselos a la verdadera fuente de
todos tus logros: Dios.
3) Puedes acelerar la respuesta si no desprecias su
procedencia. Naamán el leproso comprobó que era posible recibir lo que Dios ofrecía,
pero en Sus términos, no en los de él (2 Reyes 5:1-14). Y los términos de Dios
son "fe" y "obediencia". La fe es como la electricidad: no
tienes que entenderla para poder disfrutar de sus beneficios; ¡sólo tienes que
enchufar algo a la corriente! ¿Qué te ha dicho el Señor? ¡Obedécelo! No vaciles
ni dejes las cosas para mañana, deja de pelearte con Dios y haz lo que te pida.
Te encantarán los resultados.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


