sábado, 10 de mayo de 2014

Orar como Jesús (1) 10 mayo




"...Señor, enséñanos a orar..."  Lucas 11:1


Al oír orar a Jesús, los discípulos le pidieron: "Señor, enséñanos a orar" (Lucas 11:1). Es poco probable que Jesús quisiera enseñarles una oración repetitiva, puesto que ya les había dicho: "Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos" (Mateo 6:7). Su respuesta fue mucho más que una fórmula; les estaba enseñando principios de oración eficaces y poderosos.  Veamos cómo nos podemos beneficiar de ellos. William Barkley expuso: "La oración del Padrenuestro tiene dos partes: la primera bendice a Dios, la segunda a nosotros. Si cuidas de la primera parte, la segunda está garantizada".

La oración comienza con "Padre Nuestro". Tiene que ver con Su familia, tanto individual como colectivamente. Jesús usó el plural "nosotros" y "nuestro" para indicar que la oración es algo plural, donde oramos con alguien y por alguien, no sólo por nosotros. También nos enseña el poder que hay en ponernos de acuerdo en oración (Mateo 18:19). Antes de pedirle nada, tenemos que reconocer la paternidad de Dios, porque la oración tiene que ver con:

a) las relaciones: el Padre y Sus hijos, aquellos que han sido redimidos por fe en la sangre de Su Hijo unigénito. Ésa es la base de confianza en la que estás afirmado cuando oras;

b) la sumisión. Los discípulos de Jesús comprendieron que la paternidad implicaba autoridad y dirección. La oración no es un intento de hacer que Dios se ponga de acuerdo con tu voluntad, sino de ponerte tú de acuerdo con la Suya y con Su palabra. Él es un guardador de promesas, no un padre indulgente.

"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra..." (Isaías 62:1-7)


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN