"...esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí" 1
Corintios 11:24
Pensemos en tres
razones por las que tienes que participar de la Comunión (o Santa Cena):
1) Para ser más consciente de la gracia de Dios. Nadie podrá ir al
cielo y decir: 'Mira lo que Jesús y yo hemos logrado'. Si pudieras pagar tan
siquiera un céntimo de la deuda de tu pecado, te harías corredentor con Cristo.
¡Y eso es una ofensa a la cruz! (Efesios 2:8-9). El autor de himnos Horatio
Spafford escribió: "Mi pecado, oh pensamiento sublime; mi pecado, pagado
totalmente y clavado en la cruz; yo ya no tengo que cargarlo. Alaba al Señor,
alma mía".
2) Para hacerte sensible al pecado: "...Pruébese cada
uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. El que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para
sí" (1 Corintios 11:28-29). A lo mejor te preguntas: 'Si peco y participo
de la comunión, eso significa que me estoy condenando'. No es así; lo que
cuenta es cómo te acercas a Dios. No tienes que evitar la copa de la comunión.
Lo que debes hacer es confesar tu pecado y luego beberla con profunda gratitud.
3) Para poner tu mira en la segunda venida de Jesucristo. "De cierto os
digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba
nuevo en el reino de Dios" (Marcos 14:25). Todo servicio donde hay
Comunión te va acercando a la mayor celebración de la Historia : las bodas del
Cordero en el cielo (Apoc. 19:7). ¿Estás preparándote para estar allí?
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


