"Entonces les fueron abiertos los ojos y lo
reconocieron..." Lc 24:31
Era un ateo militante
que resumía su concepto del mundo con un verso de Lucrecio: "Si Dios
hubiera creado el mundo, no sería un mundo tan defectuoso y frágil como el que
vemos". Jack centró todos sus esfuerzos en estudios académicos,
sobresaliendo en todo campo en el que se aplicó. Muy pronto los catedráticos de
Oxford le consideraron uno de los suyos y "Jack" se dedicó a escribir
y a enseñar. No obstante, en lo más íntimo de su ser lo atormentaban las dudas.
Él mismo describió su estado mental con palabras como "miseria y
desesperación", y admitió más tarde: 'Sostenía la creencia de que Dios no
existía. Y también me enfadaba con Dios por no existir'. Dos amigos
catedráticos de Oxford, J. R. R. Tolkien y
H. V. V. Dyson, ambos fieles seguidores de Cristo, le instaron a que
hiciera algo que, curiosamente, nunca había hecho antes: leer la Biblia. Y emprendió la
tarea.
Jack comenzó a debatirse con las afirmaciones de Cristo,
llegando a la conclusión de que o bien Jesús estaba loco, era un farsante o era
quién decía ser, o sea, el Hijo de Dios. El 19 de septiembre de 1931 por la
tarde Jack y sus dos amigos dieron un paseo largo por el recinto universitario
de Oxford. Conversaron hasta altas horas de la madrugada. Y es ahí donde C. S.
Lewis, alias "Jack" recuerda una ráfaga de viento que hizo caer la
primera hoja de un árbol -fue una brisa súbita, que tal vez simbolizó para él
el Espíritu Santo-. En esa noche, Lewis se hizo creyente. El cambio revolucionó
su mundo y también el de millones de sus lectores. ¿Es así de fácil? ¿Puede el
abismo que existe entre la duda y la fe ser abarcado con la Escritura y las
amistades cristianas? ¿Por qué no vienes a Cristo y lo averiguas por ti mismo?
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


