"'Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino'. Jesús le
dijo: 'de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso'" Lucas
23:42-43
El escritor Charles
Swindoll escribió: "Si buscamos ejemplos de conversiones dramáticas en el
lecho de muerte, ésta es una. El ladrón había vivido toda su vida como pecador,
rufián. No se merecía absolutamente nada. Entonces, ¿qué había hecho para
recibir la vida eterna? ¿Qué fue lo que aceptó de él Jesús? La fe, una fe en
Cristo sencilla, pura, intacta. Eso es todo lo que Dios pide y todo lo que
podemos ofrecer. Las pocas imágenes de la vida de Jesús que vio el ladrón le
convencieron de que era el Hijo de Dios. El diálogo que mantuvieron nos enseña
tres verdades importantes:
1) Nadie está demasiado apartado. Piensa en alguien a
quien ya hayas descartado. 'Bah, nunca se acercará para conocer a Cristo. Lo he
intentado todo. Nunca cambiará'. Cuando sientas la tentación de pensar que una
persona está fuera del alcance de la gracia, acuérdate del delincuente de la
cruz.
2) El auténtico mensaje es tu vida. Una vez, Sócrates
llamó a las palabras "estupideces". Cuando tu vida llama la atención
de gente perdida, ésa es una prueba suficiente que respalda las palabras que
utilizas. Cuando dejes que Dios trabaje en las vidas de otros y en la tuya, te
sorprenderá cómo Él te va a dar las palabras adecuadas.
3) Todo lo que Dios pide y acepta es una fe sencilla. Si te esfuerzas
demasiado para ganarte el cielo, te estás equivocando de camino. Piénsalo bien,
¿cuántas obras bastarán para lograrlo? Cuando la salvación es por fe, todo el
trabajo y la gloria son de Dios. Nunca dudes de que eres aceptado en Su familia
cuando estás en Sus caminos. El ladrón no dudó. No tuvo que hacer ninguna
promesa. Creyó con todo su corazón y fue salvo". ¡Tú también puedes serlo!
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")