"volviendo en sí" Lucas 15:17
A veces tienes que tocar fondo para entender
quién es Dios y lo que puede hacer por ti. Cuando el hijo menor acabó en una
pocilga, "volvió en sí" y la siguiente decisión que tomó fue crucial:
"Iré a mi padre, y le diré: padre, he pecado." (Lucas 15:18). Cuando
lo hizo, su padre le volvió a otorgar el lugar que le correspondía. Pero el
hermano mayor también necesitaba el perdón del padre. ¿Cuál era su pecado? La
envidia y la crítica. ".Cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus
bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo" (v. 30). Él
ascendía posiciones a base de pisar al otro hermano. Trató de ganarse el amor
del padre haciendo méritos. El problema era que ya tenía el amor del padre
-aunque él no lo supiera- y por eso seguía intentando "demostrar"
quién era.
¿Estás haciendo lo
mismo? Como hijo redimido de Dios, ya
has sido aceptado, justificado y vestido con la justicia de Cristo. Hoy tu
Padre celestial te dice: "...Hijo, tú siempre estás conmigo y todas mis
cosas son tuyas" (Lucas 15:31). Ambos hijos pecaron de forma diferente,
pero la solución para ambos era la misma: ser restaurados para estar en
compañía del Padre. Santiago escribe: "Toda buena dádiva y todo don
perfecto descienden de lo alto, del Padre, que no cambia." (Santiago 1:17
NVI). Date cuenta de que Dios no sólo sabe lo que es "bueno" para ti,
sino lo que es "perfecto". Y Él te lo dará cuando estés en el lugar
espiritual correcto y comiences a permanecer en Él como conviene.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")