"Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: 'mujer,
quedas libre de tu enfermedad'" (Lucas
13:12 NVI)
1) Tenía un problema desde hacía mucho tiempo. Era una enfermedad
visible de la que todo el mundo podía percatarse. Sin embargo, muchos de los
que conocemos tienen problemas no tan visibles: situaciones con las que han
luchado durante años, temas tan dolorosos que les llevan de alguna manera a
exteriorizar lo que les sucede por dentro. Necesitan ser tratados con cariño y
compasión.
2) Por mucho que lo intentase la mujer, nunca podría ser
libre hasta que Él la liberase. ¿Te identificas con ella? ¿Estás intentando paliar
tu dolor con una cantidad de trabajo desmesurada, con relaciones equivocadas o
con sustancias que mejoran el estado de ánimo? ¿Te has acostumbrado tanto a tu
problema que, aun cuando has tenido la oportunidad de librarte de él no lo has
soltado porque te da una especie de seguridad? ¡Jesús te librará si acudes a
Él!
3) Lo que la mujer necesitaba era el toque de Jesús. La iglesia a la que iba
no la podía ayudar. Su dirigente condenó a Jesús por sanarla en sábado.
¡Deshazte de la religión inepta que carece de respuestas! Vuélvete hoy a Jesús;
por Sus llagas somos sanados, por dentro y por fuera.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


