"Yo soy el Señor, tu sanador" (Éxodo 15:26)
Debidamente cualificado
para enfrentar la enfermedad. Diversas enfermedades terribles como el cáncer,
los infartos y los derrames se han llevado a muchos en la flor de la vida. Sin
embargo, se puede estar preparado para esa tormenta; hay un camino libre del
temor que Dios ha preparado para ti, de tal forma que oigas el diagnóstico del
médico y sigas sintiendo Su paz en tu corazón porque sabes lo que dice tu panel
de control al respecto. Sabes qué hacer, cómo reaccionar y qué decir; has sido
preparado para este momento. Ahora bien, si un piloto no ha hecho el
mantenimiento regular de su avión, éste caerá cuando llegue la tormenta, y dará
igual lo que indiquen los instrumentos de vuelo. Por lo tanto, si has cuidado
tu cuerpo, que es templo del Espíritu Santo, puedes ir a Dios con confianza,
firme en Su Palabra y pedirle que te sane.
Un día moriremos todos por algo, pero no tienes por qué
morir antes de que sea tu momento. Dios nos ha prometido "larga
vida" (Salmo 91:16). La
Biblia dice: "Sanó a todos los enfermos, para que se
cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: 'Él mismo tomó nuestras enfermedades
y llevó nuestras dolencias'" (Mateo 8:16-17). Dirás: 'Conozco buenos
cristianos que oraron por sanidad y no se sanaron'. Es cierto. Y los más
maduros espiritualmente entre nosotros no sabemos explicar por qué. Dios a
veces pone un sello que dice "Luego te lo explico". Pero mientras
vivas, tienes que aferrarte a la
Palabra de Dios, que dice: "Yo soy el Señor, tu
sanador" (Éxodo 15:26).
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")