“Habrá más gozo en el cielo por un pecador que
se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento.” Lucas 15:7
Al
principio de la parábola de la oveja perdida, Jesús pregunta: “¿Qué hombre de
vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y
nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?” (Lc.
15:4). Lo que Jesús quiso decir es que cualquier pastor buscaría una oveja
perdida, ya que no se trata solamente del deber, sino también de afecto.
Después de encontrar a la oveja, el pastor en
esa parábola fue a su casa e invitó a sus amigos y vecinos para celebrar con
ellos. El gozo del pastor era tan grande que tenía que expresarlo.
El
versículo de hoy es la conclusión de esa parábola y una esperanza para los
cristianos de hoy. Así como el pastor se regocija por la oveja perdida, nuestro
buen pastor se regocija por el pecador arrepentido, por haber encontrado a su
oveja perdida.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY”)