"Y procurad la paz
de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque
en su paz tendréis vosotros paz." Jeremías 29:7
El principio involucrado en este texto nos sugiere a todos aquellos de
nosotros que somos los peregrinos y extranjeros del Señor, que hemos de estar
deseosos de promover la paz y la prosperidad de la gente entre quienes
habitamos. Nuestra nación y nuestra ciudad han de ser especialmente bendecidas
por nuestra constante intercesión. Una sincera oración por Gran Bretaña e
Irlanda es muy conveniente en la boca de cada creyente inglés.
Oremos con denuedo por
la gran bendición de la paz, tanto en casa como en el extranjero. Si la refriega causara el derramamiento de sangre en nuestras calles, o si
la batalla en el extranjero matara a nuestros valientes soldados, todos
nosotros deberíamos lamentar la calamidad; por tanto, oremos por la paz, y
promovamos diligentemente aquellos principios por los que las clases sociales
en casa y los pueblos extranjeros estén ligados entre sí con lazos de amistad.
A nosotros mismos se nos promete tranquilidad en conexión con la paz de
la nación, y esto es sumamente deseable; pues así podemos educar a nuestras
familias en el temor del Señor, y también predicar el Evangelio sin
impedimentos y sin obstáculos. Hoy hemos de orar mucho por nuestro país,
confesando los pecados nacionales, y pidiendo el perdón y la bendición para la
nación, por Jesucristo nuestro Señor.
CHARLES SPURGEON -
(Devocional "MEDITACIÓN DE HOY")