"Ser cristiano no te excusa de ser un mal
trabajador" Colos. 3:25
John Ortberg escribe:
"Mi amigo Andy Cham era el jefe del departamento de empleo de Stanford
School of Business, donde ayudaban a los licenciados a encontrar trabajo. Dice
que un día quiere escribir un libro que se titule "El mito de la pasión
laboral". Es el mito de que existe el trabajo perfecto y la vocación ideal
que encaja en mi alma como un guante. Y si pudiera encontrar ese empleo, de mi
corazón saldrían torrentes de pasión como si fueran las Cataratas del
Niágara". Tenemos esa idea romántica de un empleo que es "amor a
primera vista". ¿Pero qué sucede si estás en un trabajo que no te
emociona? Según Ortberg: "La pasión por el trabajo no es normalmente un
volcán subterráneo que un día va a entrar en erupción... es más bien un músculo
que se va fortaleciendo cada día conforme acudimos a nuestro lugar de empleo y
hacemos lo que se espera de nosotros, y un poco más".
El apóstol Pablo
escribió: "No hagas lo mínimo, lo justo para cumplir. Trabaja con
excelencia, de corazón, como si lo hicieras para tu Maestro, para Dios, estando
confiado de que serás pagado con creces cuando recibas tu herencia. No olvides nunca que en última instancia
estás sirviendo a Cristo. El siervo que trabaja mal sufrirá las consecuencias.
Ser cristiano no te excusa de ser un mal trabajador" (Colosenses 3:22-25
parafraseado). A lo mejor podrías poner un letrero en tu oficina que diga: 'Por
el amor de Dios, ¡trabaja bien!'. ¿Por qué? Por dos motivos:
1) Porque representas
a Cristo en tu lugar de trabajo.
2) Porque cuando eres fiel
en lo poco, Él te ascenderá a cosas mejores (Mateo 25:21).
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")