"...No seas incrédulo, sino creyente" Juan 20:27
El milagro de este
relato, por muy impresionante que parezca, no es que Jesús atravesara las
puertas cerradas y de repente se apareciera ante los discípulos. Lo más impresionante es que Jesús se
manifestó a un incrédulo. Jesús no había estado presente ocho días antes
cuando Tomás expresó sus dudas a los otros apóstoles. Pero "el Señor
conoce los pensamientos de los hombres..." (Salmo 94:11). Algunos de
nosotros hubiéramos mirado a Tomás y dicho: 'Expúlsalo, no tiene las
características de un discípulo'. Pero Jesús no hizo eso; Él reconoció la
sinceridad del corazón de Tomás y su espíritu inquisitivo y se le apareció para
responder a sus preguntas. El hecho de que dudes no te va a descalificar. Lo
único que tienes que hacer es presentar tu incertidumbre al Señor en oración, y
cuando salgas de Su presencia, estarás diciendo: 'Señor mío y Dios mío'.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


