"...Las obras que yo hago, [tú] también las
[harás]..." Juan 14:12
Jesús fue el maestro
perfecto. Dijo a sus discípulos: "...Las obras que yo hago, [tú] también
las [harás]..." (Juan 14:12). Si quieres alcanzar la plenitud del
potencial que Dios te ha dado, pídele que te dé un buen maestro que te haga
avanzar con su guía y empuje. Algunos maestros están con nosotros durante un
período corto, otros son para toda la vida; debes saber identificarlos. ¿Cómo
se reconoce a un buen maestro? De ocho formas. Su credo es:
1) Estoy dispuesto a dedicarle el tiempo necesario a mi discípulo para entablar una relación estrecha
con él.
2) Me comprometo a creer en su potencial, presentarle el futuro emocionante que veo delante de él,
enseñarle a visualizar y expresar las posibilidades que concibo para su vida.
3) Estoy dispuesto a ser vulnerable y transparente delante de mi discípulo; voy a compartir no sólo mis
puntos fuertes y mis éxitos, sino también mis debilidades, fracasos, quebrantos
y pecados.
4) Estoy dispuesto a ser sincero
pero positivo a la hora de confrontar los errores, las faltas y las áreas de
inmadurez del discípulo.
5) Estoy dispuesto a seguir
al lado del discípulo cuando éste pase por pruebas, aunque sean consecuencia de
su propia ignorancia.
6) Estoy comprometido a ayudar
a mi discípulo a trazarse metas para su vida espiritual, su carrera o
ministerio, y a ayudarle a que prosiga su sueño.
7) Estoy dispuesto a evaluar
con objetividad el progreso hacia la consecución de sus metas.
8) Por encima de todo, me comprometo a ser un ejemplo de vida en todo lo que enseño.
"Por amor de Sión no callaré y por amor de Jerusalén no
descansaré... hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la Tierra.. ." (Isaías
62:1-7)
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


