“A griegos y a no griegos, a sabios y a no
sabios soy deudor.” Romanos 1:14
Un joven me
preguntó una vez qué me motiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a
veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que
llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho
contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi
ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a
través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.
¿Qué sucede
si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo
que está ocurriendo? No puedo pararme en
la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen
necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con
ellos.
Si usted
participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha
aprendido la clase de servicio que Pablo describió en el versículo de hoy.
Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces
de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.
JOHN MACARTHUR - (Devocional "LA VERDAD PARA HOY)


