EL FATAL ERROR DE MALINTERPRETAR
LAS
ESCRITURAS
Por Mike Gendorn
Hay
momentos en que la Palabra de Dios usa figuras del lenguaje para revelar una
verdad eterna. Esos casos son siempre obvios, pero al parecer no a los
católicos. Las Escrituras dejan claro que la muerte de Jesús en la cruz fue
totalmente suficiente y completamente eficaz para la salvación de todos los que
se arrepienten y creen el Evangelio (Hebreos 7:27, 9:12, 9:26-28, 10:10; 1
Pedro 3:18). Jesucristo mandó a sus seguidores a participar de la Cena del
Señor como un "recuerdo" de su muerte y su certeza de la vida eterna
por medio de la fe en Él (Lucas 22:19-20). Sin embargo, el catolicismo romano
ha convertido el mandato del Señor en un ritual blasfemo en un altar que lleva
a millones a la adoración idólatra de un trozo de pan. Ningún verdadero
cristiano puede tener una parte de él (1 Cor. 10:20-22). Jesús dijo que Él usa
el lenguaje figurado (Juan 16:25). El dijo que es "la puerta" (Juan
10:9) y "luz" (Jn. 12:46). La Biblia identifica a Jesús como "el
Cordero " (Jn. 1:29) y como la " Roca" (1 Cor. 10:4).
El
catolicismo enseña que la salvación es posible sólo por una vida de
sacramentos, obras y una dependencia de sus sacerdotes. Esta mentira fatal se burla de la eficacia, suficiencia y necesidad de
la muerte y resurrección del Señor Jesucristo. A medida que el Sumo
Sacerdote que se ofreció a sí mismo, el sacrificio perfecto para un Dios perfecto
que exige la perfección, lo cual puede también salvar a los creyentes por
completo y para siempre. Pecadores arrepentidos vienen a Dios por medio de Él y
Él siempre ha de interceder por ellos (Heb. 7:25) . La salvación es toda de
Dios y nada de los hombres. La salvación es sólo por gracia y ninguna de las
obras.
Mientras
que la verdadera salvación se traducirá en obras de justicia, la salvación en
modo alguno no es el resultado de las obras justas (Efesios 2:8-10). Los que
enseñan que el hombre debe hacer ciertas obras para justificarse delante de
Dios, se han sustituido las obras injustas de los hombres espiritualmente
muertas por la sangre preciosa de Cristo y Su justicia perfecta. La Iglesia Católica no puede ser la
verdadera Iglesia, ya que enseña un evangelio falso y mortal y lleva a su gente
al infierno en vez del cielo.
La Palabra
de Dios y la palabra de los papas están en desacuerdo directo entre sí acerca
de la salvación de las almas. Es imposible ser obediente tanto a la iglesia
romana y a la Biblia, al igual que es imposible seguir al Papa y a Jesús. El
Papa es un impostor que roba el codiciado título reservado para Cristo. Jesús,
que derramó Su preciosa sangre para redimir a la Iglesia, es la única Cabeza.


